Cuando hablamos de “pesca deportiva” es aquella en que la pesca se desarrolla con los parámetros de “pesca sostenible” y cuidado del entorno y las capturas.
Nadie debe confundir el respeto a la naturaleza con la lucha activa de los Ecologistas, que aunque tengan el mismo fundamento no son iguales, los principios integristas de los ecologistas no permiten ni siquiera mantener especies como la carpa con más de 2000 años en nuestras aguas.
El carpfishing y la pesca deportiva en general son perfectamente compatibles con el aprovechamiento cinegético tanto de especies como de terrenos. En la inmensa mayoría de terrenos de caza, se crían especies exclusivamente para su uso en la caza, con una legislación muy rígida en cuanto a época, especies y demás, dando como resultado que las demás especies convivientes en dicho terreno resultan beneficiadas, aunque debo reconocer que no en su totalidad ni de especies ni de terrenos, pero a groso modo salen beneficiados.
Si tuviéramos que regirnos por las normas de los activistas ecologistas no tendríamos casi especies en nuestros ríos, sólo aquellas que hubieran pasado el filtro riguroso de los verdes, en resumen cuatro peces, además la pesca estaría prohibida así como la caza, el vallado de las fincas, el regado de los campos, así un largo etcétera que nos haría la vida más “ecológica” y menos viva.
Un pescador tiene todo el derecho de practicar la caza y la pesca sin que nadie, excepto los activistas integristas ecologistas , les critiquen por ello. Y menos por los pescadores que pregonamos el respeto, también extensible a las personas.
Debo dejar muy claro que no soy cazador y nunca lo he sido, no me gusta, pero como pescador de carpfishing, la respeto.
